Mantenimiento programado: ¿cómo aplicarlo en mi edificio?

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Ninguno de nosotros duda de que nuestro auto requiere mantenimiento regular. Nunca se nos ocurriría faltar a la cita para el cambio de aceite o no repasar los frenos con el mecánico.

Nuestro propio cuerpo requiere mantenimiento y tampoco faltaríamos al chequeo regular con nuestro doctor.

¿Pero nuestras casas? Cualquiera diría que nuestros hogares son víctimas de su propio éxito. Porque resisten hasta el infinito aún sin arreglos.

Demora...pero llega. Al final nuestra propiedad puede quedar en ruinas si no la cuidamos.

Solemos posponer muchos de los mantenimientos mínimos. Porque no hay dinero, porque no hay tiempo, porque… Las razones son infinitas y todas muy lógicas.

Pero a veces este “ahorro” nos lleva a mayores gastos. Cuando el deterioro está más avanzado, el costo de la reparación es mayor.

La reparación más barata para una avería siempre es evitarla totalmente.

Es cierto que pintar las fachadas cada cierto tiempo es costoso. ¿Pero si con ello evitamos que el hormigón se desprenda y reducimos el costo de reparar desprendimientos..?

Fachada con avanzado deterioro de pintura y hierros...

Vamos al principio, ¿qué es el mantenimiento programado?

El mantenimiento programado en un edificio consiste en la realización de todas las acciones necesarias para cuidar y proteger el estado del inmueble, de tal manera que éste conserve su más óptimo aspecto físico y continúe tras el paso del tiempo aportando las mismas prestaciones funcionales de su origen.

El mantenimiento programado implica que todas las acciones que se realicen se organizan en los tiempos ideales para que la relación costo beneficio sea la mejor.

Un plan de mantenimiento preventivo o programado provee beneficios tanto a los usuarios del edificio, pues busca minimizar las fallas prematuras de los elementos componentes de un edificio, también anticipar que estas fallas se den y poder atenderlas a tiempo.

Hay cuatro excelentes razones para hacer el mantenimiento del edificio de manera constante y organizada:

  1. Mantiene el valor de la propiedad.
  2. Aumenta la vida útil de la propiedad.
  3. Disminuye los costos globales del mantenimiento.
  4. Da seguridad y confiabilidad en el uso.

Por otro lado, existe el llamado mantenimiento correctivo, por el cual se realizan las reparaciones necesarias cuando se detecta la falla.

Esto es lo más común actualmente. Se rompe la azotea, se repara la azotea y así sucesivamente.

Pero, ¿si pudiéramos establecer ciclos de vida de los distintos productos del edificio y lograr así reparar antes de que se produzca la falla?

De esta manera sería más previsible el gasto y se podría programar de manera más eficiente, sin tener sobresaltos. Armar un programa de mantenimiento, para saber cuándo atacar cada problema...

Además, se evitaría el problema de tener deterioros en los apartamentos y los disgustos que esto ocasiona.

La invitación es que nos acompañen en los próximos boletines, a fin de descubrir cuáles son las áreas más críticas del edificio. También descubriremos cuáles son los puntos a tener en cuenta para generar un plan de mantenimiento breve, pero eficaz.

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