Inteligencia artificial para mejorar la seguridad en edificios

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La inteligencia artificial salió de las películas de ciencia ficción y se está integrando de a poco a nuestras vidas en general.

A veces parece hasta milagroso, pero cada vez se incorporan más aplicaciones más rápidamente.

Desde actividades más complejas como reconocimiento facial, hasta las más simples como distinguir patrones de recorrido, las cámaras empiezan a actualizarse y a tener cada vez más funciones.

En un principio, estos equipos sólo tenían la capacidad de grabar lo que había pasado. Muchas veces su utilidad era el control posterior al evento: saber qué había pasado y prevenir que pasara otra vez. En los edificios, donde muchas veces no hay personal vigilando 24 horas los monitores, eso podía tener poca utilidad.

Pero las nuevas tecnologías aparecen para crear cámaras que pueden alertar en tiempo real de las distintas situaciones y mejorar así la eficacia.

¿Qué aplicaciones prácticas tienen?

  1. Capacidad para grabar sólo ante movimiento (distinguiendo entre presencia humana, mascotas, etc), para no mantener la cámara prendida todo el tiempo.
  2. Autoenfoque, para enfocar rostros de manera exacta.
  3. Lectura de matrículas de vehículos, con capacidad de permitir el acceso a garajes, etc.
  4. Control de trayectoria de personas, para determinar si van a acceder a áreas no autorizadas o no. Esto permite que las cámaras puedan predecir si alguien se prepara para ingresar o se acerca a un área no autorizada, emitiendo la alarma correspondiente.
  5. Aviso a personas ante desviaciones. Muchas cámaras ya cuentan con conexión celular, para enviar mensajes a las personas ante una posible violación de seguridad.
  6. Conteo de personas: en tiempos de COVID, esta función permite detectar e impedir aglomeraciones.

Obviamente, estas son sólo algunas de las funciones que ya son super comunes hoy día. Pero una de las ventajas más interesantes es lo económicas que se han vuelto rápidamente.

Esto hace que muchas de estas funciones estén disponibles en cámaras simples, que se compran e instalan de manera individual.

Antes un edificio en propiedad horizontal tenía que disponer de mucho dinero para comprar todo un sistema de múltiples cámaras, discos duros para grabación continua, etc. Hoy día es posible adquirir una o dos cámaras y un servicio simple de internet para montar, rápidamente, un sistema de vigilancia por imágenes.

Todos estos elementos reducen los costos y facilitan la compra de este tipo de tecnología para mejorar la seguridad y la comodidad de los copropietarios.

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