Calderas de condensación: ahorro y comodidad

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¿Qué es una caldera?

Vimos antes que las calderas son dispositivos que sirven para generar energía térmica mediante la transformación de la energía contenida en distintos combustibles, por medio de la combustión. El calor liberado en la combustión se trasmite a un fluido (agua en los edificios) para su distribución.

Calderas de condensación

Dentro de los sistemas más modernos utilizados, se encuentran las llamadas calderas de condensación. Esta eficiencia se consigue porque recuperan el calor proveniente de la condensación de los vapores de agua, un calor que en las calderas convencionales se desperdiciaba en la salida de humos.

Es importante recordar que, sin importar el combustible, el vapor es un residuo de cualquier combustión.

Como estas calderas trabajan a menor temperatura, son más eficientes en el consumo de energía. Se calcula que los consumos de combustible mejoran entre un 15 y un 30%.

Pero más importante aún, las calderas de condensación reducen la emisión de gases contaminantes hasta en un 70%. Esto disminuye en mucho la emisión de gases de efecto invernadero y produce menos humo en las calles.

Además, son más pequeñas y silenciosas que las calderas tradicionales.

La desventaja es que estas calderas requieren una mayor inversión inicial. Sin embargo, en muchos edificios es conveniente el cambio por estos nuevos sistemas, más modernos y efectivos. Es importante contar con el asesoramiento de un profesional en el tema, que evalúe las calorías necesarias y el costo del nuevo equipo.

También es importante el control de la instalación, pues al liberar la chimenea el vapor de agua una instalación incorrecta puede provocar condensación o goteos.

 

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